Hace falta criterio

Por Vanessa Quinde Montero

Piura, 12 de abril de 2010

Entre los temas frescos de agenda pública de medios está la inscripción del movimiento político INCA ante el Jurado Nacional de Elecciones como partido político representativo en el Perú.

La noticia ha causado controversia porque existen antecedentes -probados- que este movimiento es de ideología extrema anti democrática neonazi.  Y como es importancia del país entero, toda persona, o grupo político, o ideología misma que haga tambalear la estabilidad democrática por una imposición dictadora debe ser respetada pero inhibida. Seguir leyendo

La buena posición de Castañeda

Infolatam
Lima, 8 de octubre de 2009

Por Fernando Tuesta Soldevilla

(Especial para Infolatam).- «…En el Perú, el tiempo no necesariamente es un factor a favor. Es así que los outsiders han logrado espectaculares votaciones (Belmont, 1989; Fujimori, 1990; Toledo, 1995; Humala, 2006), en muy corto tiempo. Es más, esa es una de sus características.

Es por eso que los escenarios de ahora, no tienen por qué ser los de mañana. El elector peruano ha sido en las dos últimas décadas, altamente volátil, mostrando, de esta manera las débiles adhesiones partidarias».

A año y medio de las elecciones presidenciales del 2011, muchos piensan que es temprano para hablar de una campaña electoral. Sin embargo, los probables candidatos actúan como si ya estuvieran en ella. Esto no es nuevo, pues en los últimos años los políticos casi nunca dejan de ser candidatos. Entienden que el posicionamiento en el tiempo, es una variable que no pueden dejar de lado.

Pero en el Perú, el tiempo no necesariamente es un factor a favor. Es así que los outsiders han logrado espectaculares votaciones (Belmont, 1989; Fujimori, 1990; Toledo, 1995; Humala, 2006), en muy corto tiempo. Es más, esa es una de sus características. Es por eso que los escenarios de ahora, no tienen por qué ser los de mañana. El elector peruano ha sido en las dos últimas décadas, altamente volátil, mostrando, de esta manera las débiles adhesiones partidarias.

En ese marco, el último sondeo de del Instituto de Opinión Pública de la PUCP, muestra el mejor posicionamiento del alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio a año y medio de las elecciones. No sólo aparece claramente primero (en ambas metodologías experimentadas), sino que es el que tiene menos rechazo de los probables candidatos y es considerado, por los limeños, el que ganará las próximas elecciones.

Este elemento es crucial para Castañeda, pues cuando se observa las simulaciones de segundas vueltas (altamente probable por la dispersión), le ganaría a todos los otros hipotéticos candidatos. En las encuestas nacionales, el alcalde de Lima, también es primero, pero con márgenes más estrechos. Ese es quizá su mayor reto, convertir su apoyo limeño en nacional, pues vale la pena recordar que, ningún alcalde de Lima electo, ha sido presidente de la república en la historia peruana. El mismo Castañeda fracasó en el intentó, en el 2000.

Para muchos, el que Castañeda esté primero, no se entiende, puesto que hay serias críticas a su gestión. Sin embargo, desde el inicio de la misma, su aprobación no baja del 70%. Y es que una cosa es la mirada de las élites y otra del gran público. En efecto, Castañeda no es un político carismático, aparece poco y cuando lo hace, sus declaraciones no producen impacto. Asimismo, carece de una organización partidaria sólida, como las que han aparecido en el Perú en los últimos años.

Pero esto que parece una desventaja, puede ser favorable en un país en donde la antipolítica está muy enraizada. Es decir, el electorado aprecia los caudillos muy por encima de los partidos, lo concreto (obras) por encima de las políticas sociales, el lenguaje sencillo (a veces banales) por encima de los discursos articulados.

Muchos medios y políticos exigen a Castañeda que se pronuncie sobre los temas nacionales o que defienda su gestión de las críticas. El responde con evasivas, cuando no con el silencio. Ese desempeño, criticable para un adecuado debate público, electoralmente le ha significado no estar sujeto al quemante conflicto de coyuntura. Es decir, Castañeda ha encontrado la vieja idea que se anida en electorados pragmáticos: las obras (lo concreto) hablan por él. Dudosa posición para muchos, pero lo suficiente como para que el alcalde de Lima, sea el preferido y el menos rechazado.

Este escenario no necesariamente se mantendrá a futuro. No sólo por que faltan muchos meses, sino por que Castañeda tendrá que decidirse si candidatea para la reelección en el municipio de Lima (noviembre del 2010) con lo que cancela su participación en las presidenciales (abril del 1011) y por que el Apra –factor que no aparecen hoy en las encuestas- aun no tiene un candidato oficial. Por ahora, Castañeda se va en coche, pero el camino es largo.

Resumen Económico

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Viernes 09 de octubre, 2009
Buenos días
Vanessa Quinde Montero

Los acomplejados. La supuesta inconstitucionalidad del TLC con Chile

Dios los hace, ellos se juntan. Una mezcla de oportunismo político y mediocre complejo de inferioridad los agrupa. No importa si son humalistas, toledistas o políticos de los que se pasean por todos los partidos. … seguir leyendo

RESUMEN ECONÓMICO

Perú ocupa el puesto 15, superando a México, Brasil y Colombia, en el ranking mundial de Estabilidad del Sistema Bancario, diseñado por el Foro Económico Mundial (FEM) y utilizado para elaborar su Indice de Desarrollo Financiero 2009. Mientras que en el Indice de Desarrollo Financiero, Perú se ubica en la posición 42, sobre un total de 55 países, por encima de México (43), Colombia (46), Argentina (51) y Venezuela (55), pero detrás de Panamá (29), Chile (31) y Brasil (34).

Un nuevo volumen récord de venta de cemento se habría registrado en el mes de setiembre al haberse contabilizado despachos por 622,000 toneladas estiman analistas.  Este sería el segundo mes consecutivo en que la actividad cementera registra cifras históricas de venta, luego que en agosto se reportaran despachos por 629,065 toneladas métricas, 5% más respecto a similar mes del año. El crecimiento respondería al mayor consumo del sector público. (Gestión)
El patrimonio administrado por los fondos mutuos en Perú podría crecer este año en un 70% frente al 2008, revirtiendo su fuerte caída por la crisis global, dijo el vicepresidente para el sector de la Asociación de Bancos, Carlos Sotelo. El portafolio alcanzaría hasta los US$4,800 millones en 2009 comparados con los US$2,818 millones sumados al cierre del año pasado. «La recuperación ha sido mucho más rápida que la crisis de 1998, cuando los fondos mutuos se achicaron y estuvieron tres años paralizados”, dijo el vicepresidente del comité de fondos mutuos de la asociación en entrevista con Reuters.
Las instituciones financieras redujeron sus expectativas de tipo de cambio para el cierre de este año de S/. 2.95 a S/. 2.90 por dólar, según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas de Setiembre del Banco Central de Reserva (BCR). Igualmente, los analistas económicos revisaron a la baja sus proyecciones de S/. 3.00 a S/.2.90 soles por dólar, y las empresas no financieras de S/.3.00 a S/.2.95 por dólar. Para el 2010 las instituciones financieras disminuyeron sus expectativas de tipo de cambio de S/. 2.98 a S/. 2.90 soles por dólar, y para el 2011 de S/.3.00 a S/. 2.90 por dólar.

Perú tendrá el mayor crecimiento económico de Sudamérica durante el período 2010-2014, resultado que lo mantendrá liderando las condiciones macroeconómicas entre los países de esta zona, según un análisis del Latin Business Chronicle, basado en nuevas proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El director en jefe de la publicación, Joachim Bamrud, precisó que este es un análisis basado en las proyecciones de 186 países que realizó el FMI recientemente. (El Peruano)

Los analistas económicos y empresas no financieras esperan que al cierre del año la inflación sea entre 1 y 2,2%, informó el Banco Central de Reserva (BCR). En setiembre se registró la segunda reducción consecutiva de inflación que bajó 0,09%, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Para los años 2010 y 2011, el BCR ha hecho un estimado de inflación de entre 2 y 3%, todo dentro del rango meta de la política monetaria nacional.

Los acomplejados. La supuesta inconstitucionalidad del TLC con Chile

Por Alfredo Bullard.

Análisis

Lima, 07 de octubre de 2009

Dios los hace, ellos se juntan. Una mezcla de oportunismo político y mediocre complejo de inferioridad los agrupa. No importa si son humalistas, toledistas o políticos de los que se pasean por todos los partidos. No importa el bien del país ni el respeto a los compromisos adquiridos. La idea es ganar cámara, tribuna o votos a cuesta del bienestar de todos los peruanos. 

Un grupo de estos oportunistas se han juntado para pedir la inconstitucionalidad del TLC con Chile. El argumento de fondo: son chilenos. El argumento legal: inexistente. La motivación: afán de peliculina.
 
Los mismos que se rasgan las vestiduras porque se discrimina por raza en la entrada de una discoteca, se dan el lujo de hacer diferencias por la nacionalidad de las personas. El antichilenismo es xenofobia, y la xenofobia es mera expresión de hacer diferencias basadas en meros prejuicios, prejuicios forjados en nuestra propia mediocridad..
 
¿Cómo funciona esta forma de racismo discriminador? Imagínese el siguiente ejemplo. Un fornido guardián impide la entrada de un afroamericano a una discoteca. Cuando se le acusa de racista dice “No lo dejo entrar no por que sea negro. Lo que pasa es que en esta discoteca no pueden entrar las personas que les gusta el Reggae y viven en el Bronx.” Por supuesto que en el Bronx vive un a mayoría afroramericana a la que posiblemente le guste el Reegae. Se trata de un artilugio tan evidente como un sombrero de mago al que se le ve el falso fondo.
 
Así, en lugar de usar un lenguaje abiertamente discriminador, usan un lenguaje desviado, que bajo formas aparentemente neutras a la raza o a la nacionalidad, en el fondo se organiza para discriminar por raza o nacionalidad. Como el uso abierto del antichilenismo es “políticamente incorrecto”, se disfraza de argumento legal. Pero como no hay fundamento el argumento es ridículo.
 
La mayoría de TLCs (a diferencia del que tenemos con Estados Unidos) están siendo aprobados por el Poder Ejecutivo sin necesidad de aprobación por el Congreso, en base a los artículos 118 inciso 11 y primer párrafo del artículo 57 de la Constitución. Solo requieren intervención del Congreso un número limitado de temas recogidos en el artículo 56 de la Constitución: derechos humanos, soberanía, dominio o integridad del Estado, defensa nacional, obligaciones financieras, creación o supresión de tributos, exigencia de modificación o supresión de alguna ley o medidas legislativas para su ejecución. Si estas materias no son objeto del tratado, los congresistas (gracias a Dios) no tiene que intervenir.
 
En el caso del TLC con Estados Unidos este tuvo que pasar por el Congreso por que requería compromisos de modificación de leyes de la República. Pero el TLC con Chile no tienen ninguna exigencia sobre el particular.
 
Si uno lee el TLC con Chile se dará cuanta que no tienen por objeto ninguno de los temas que exigen la participación del Congreso. Por tanto es perfectamente consistente con la Constitución vigente.
 
Entonces ¿Cómo han pedido la inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional? Pues simplemente manipulando términos y palabras. Solo les voy a poner un ejemplo del calibre de argumentos que usan los xenofóbicos para discriminar a los chilenos.
 
Los acomplejados han dicho que el tratado versa sobre integridad del territorio por que tiene una definición de territorio. Pero la Constitución se refiere a que se requiere la intervención del Congreso para, por ejemplo, un tratado de límites.
 
Pero un TLC no tiene por objeto fijar límites. La mención al territorio es simplemente para precisar el ámbito geográfico de aplicación de las disposiciones en materia de comercio de bienes y servicios e inversiones. Así se define cual es el territorio peruano y chileno para saber cuando una mercadería se mueve de un país a otro, bajo el ámbito del tratado. O para saber cuando una inversión chilena esta haciéndose en el Perú y una peruana en Chile, y por tanto esta sujeta a las reglas y garantías del tratado. Y el propio TLC establece la prevalencia del Tratado de Lima de 1929 y su Protocolo Complementario, que son los instrumentos que definen cuales son nuestro límites con Chile. En lugar de modificar límites, los reafirma.
 
El argumento de la inconstitucional es así tan absurdo como sostener que por que pongo mi dirección en un contrato para efectos de definir, por ejemplo, donde se entrega la mercadería, el contrato versa sobre los límites del terreno de mi propiedad. Decir donde se entiende que es mi casa no convierte al contrato en uno sobre mi casa. Pero los acomplejados sostienen un argumento así de ridículo.
 
¿A algunos de estos señores se les hubiera ocurrido un argumento similar para cuestionar el TLC con Japón, o con China, o con Singapur o con Canada? Por supuesto que no. Y la razón es por que la discusión de la definición de territorio en un TLC les importa un pepino. Lo que les importa es cómo fastidiar a los chilenos y así capitalizar los votos de peruanos tan prejuiciosos como ellos. Y para ello no les importa todos los perjuicios que nos causan a los empresarios peruanos que queremos que nuestros productos y servicios entren a Chile y  a los consumidores peruanos que quisiéramos acceder a productos chilenos.
 
Los acomplejados no tienen el menor empacho de usar al Tribunal Constitucional para privarnos de nuestra libertad. Esperemos que el Tribunal no caiga en una trampa tan burda.

Análisis del libro “Lituma en los Andes”

Análisis:

Santiago, jueves 25 de junio de 2009

Mario Vargas Llosa

Ganadora del Premio Planeta de España (1993), la novela Lituma en los Andes de Mario Vargas Llosa es acerca de cómo un puñado de afectos retenidos en lo más profundo del ser humano se vuelca por sobre la razón y disuelve los confines entre lo animal y lo humano, de “cómo el instinto, arraigado en lo más profundo y en lo más oscuro del ser, se resiste a la razón o cómo la razón y el progreso se enfrentan a la pérdida de la pasión, del goce, de la emoción ancestral.[1]

El cabo Lituma y su adjunto Tomás han sido destinados a un campamento minero en la ciudad de Naccos, en la sierra del Perú, para investigar la desaparición inexplicable de tres campesinos del lugar. Durante la investigación, se vive bajo la amenaza constante de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, que cuenta entre sus integrantes los principales sospechosos de las desapariciones. Sin embargo, se enteran también del sentido de una costumbre fetichista que sacrificaba personas a los espíritus de las montañas que están metidos dentro de los cerros y que provocan las desgracias para evitar la miseria de la población. Finalmente, el cabo descubre que las desapariciones eran a causa de los macabros rituales de los lugareños, fuera de toda lógica racional.

Lo que interesa para objetos del presente documento es la violencia, sobre todo, que surge de dos vertientes: de los ritos artificiales y de la guerrilla de Sendero Luminoso, que provocan una situación radical, cuando la gobernabilidad de un estado peligra y predomina el conflicto. Violencia ritual, sí, pero, también, violencia terrorista, la más terrible porque es el monstruo engendrado, desde el delirio, que amenaza la vida2.

Del realismo de Lituma al radicalismo senderista

Vargas Llosa refleja una realidad importante peruana: la campaña senderista tenía como propósito desmoralizar y socavar al gobierno del Perú para propiciar un golpe de estado que pondría a sus líderes en el poder (existía, en la época del libro, un sistema bipolar, dos grandes centros de poder – el gobierno y la guerrilla – que construyeron alrededor esferas de influencia, y cuyo conflicto, muy grave, se tradujo en la muerte de miles de personas).

El realismo político considera que el principal problema en un estado es de seguridad, que se resuelve aplicando soberanía y solución estatal. La fragilidad y el descrédito del estamento político le pueden abrir la puerta a cualquier aventura radical3, como sucedió en el caso de Sendero Luminoso. En la novela hay una situación de guerra que refleja claramente que el ente centralizado (el estado) ha sido desbordado y que no provee seguridad, ni orden, ni paz.

Se identifica, entonces, el pesimismo realista respecto de su concepción del ser humano (brutal, caído, que comete injusticias, inmutable) muy evidente en la novela, con un tipo de violencia entre personas con un mismo nivel de alucinación, es decir, “máquinas golpeadoras desatándose en contra de hermanos que son tratados como enemigos4”. Las leyes morales se olvidan y convierten una matanza en una cotidianeidad; aquí se percibe la irracionalidad de una conducta gobernada por los instintos. En una oportunidad, cuando Lituma va a la cantina, se da cuenta de que el alcohol es responsable directo de los actos violentos.

De otro lado, el realismo mantiene que los principios morales universales no pueden ser aplicados a los actos estatales en su formulación universal y abstracta. En un contexto en el que no existe un principio moral, lo que determina lo bueno y lo malo son las circunstancias. Por lo tanto, en determinado momento, matar puede ser malo o bueno. «Frente a la violencia institucionalizada la lucha armada es un recurso legítimo y necesario del pueblo para restituir su voluntad soberana»5.

Ya Maquiavelo, un realista puro, había dicho en su libro “El Príncipe” que hay dos maneras de combatir: una, con las leyes, otra, con la fuerza. La primera es indistinta del hombre; la segunda, de la bestia. Pero como a menudo la primera no basta, es forzoso recurrir a la segunda6.

Las explicaciones de la violencia fetichista no hay que considerarlas con la cabeza, según el cabo Lituma, porque no tienen fundamentos racionales. La imaginación se torna destructora y se encarga de fundamentar la realidad en ese contexto. El realismo es racional. No puede entender que gente actúe en estado emocional ni utópico. De hecho, en las primeras páginas del libro, Lituma se cuestiona si es que efectivamente los lugareños creían que entre las montañas existían estos demonios en las montañas.

El realismo político – prudente – se refleja en el cabo Lituma. A lo largo de toda la novela, es él quien siempre se detiene a pensar frente a cada situación, bajo los criterios del realismo ya expuestos. Prudente porque según Pieper, “sabe cuidarse de no pasar por el apurado trance de tener que ser valiente…; la prudencia es el recurso de lo que quisieran llegar tarde siempre a los momentos de peligro”7.

Matar se convirtió en un fenómeno de agresividad extremo y la inseguridad era parte de la realidad (todo esto en el contexto de la novela). Sin moralidad, sin buenos ni malos, matar y violar los derechos humanos para los realistas está justificado, aunque a diferencia de esto, Lituma siempre se cuestionó el por qué tenían que sacrificar los lugareños a personas “por unos apus que nunca nadie vio ni se sabe si existen”8. Mientras que la guerrilla de Sendero Luminoso se mantenía perpetrando ataques básicamente por una ideología que “ha acabado por encauzar la legítima frustración de masas que no han sido aún incorporadas a la modernidad hacia un enfrentamiento con los sectores que representan el verdadero progreso”9. [1]

Tomemos en cuenta que Sendero se autoproclamaba marxista-leninista-maoísta. De Marx tomaron la concepción de la historia como una lucha entre polos opuestos. En el Perú, esta lucha sería la de los campesinos contra el Estado. Guzmán, que había tomado una posición maoísta, surgió como el líder de Sendero Luminoso, por la siguiente frase de Mariátegui: «el marxismo-leninismo es el sendero luminoso del futuro». Adoptó el alias de Presidente Gonzalo y comenzó a abogar por una revolución maoísta dirigida por obreros. Sus seguidores peruanos declaran que Guzmán era la “cuarta espada del comunismo” (después de Marx, Lenin, y Mao).

Para los marxistas no hay lealtades nacionales, sino de clases. Una lealtad internacional es la que propone el socialismo-marxista. Los estados ni la nacionalidad son importantes, lo que importa es pertenecer a la clase. Para romper la dependencia de los más ricos, una de las soluciones que proponen es la más radical: la guerra, sea armada o protesta.

Sendero Luminoso sería entonces la ejemplificación del radicalismo – marxismo en la novela. Este grupo quiere instituirse en el poder para expurgar la clase burguesa, y entonces llegamos a la etapa final de la historia, la etapa de igualitarismo total. Este tipo de violencia es entre la guerrilla y el estado, y para identificarla, los personajes de la novela tienen una revisión histórica.

La presencia de la guerrilla senderista es latente e indispensable, porque mucho se dice de los excesos que comete en cuanto a la violación de los derechos humanos y el respeto por la vida.

Lituma en los Andes pesa por el pesimismo realista de la racionalidad efervescente de una colectividad asesina que justifica sus actos en creencias y mitos que Lituma no puede aceptar. Y, de otro lado, pesa el reflejo de una situación que marcó la historia peruana por el desempeño de una guerrilla convencida en el estatismo y en la lucha armada.


1 Vargas Llosa, M. (1993). Lituma en los Andes. Barcelona : Editorial Planeta S.A. Prólogo.

2 Ibídem

3 Benavente Urbina, A., Alberto Cirino, J. (2005). La democracia defraudada. Buenos Aires: Grito Sagrado Editorial. p 249.

4 Dorfman, Ariel. Imaginación y violencia en América. Barcelona: Anagrama, 1972. P. 26

5 Belmont, J. Una guerrilla sin ideología. Época, Semanario de México, No. 274, 2 de Septiembre de 1996. pp.16-26

6 Maquiavelo, N. (1994). El Príncipe. México: Editorial Porrúa. P. 36

7 Desantes, J.M. Hacia el realismo político. Barcelona: DOPESA. P. 163.

8 Vargas Llosa, Mario. Lituma en los Andes. (Barcelona : Editorial Planeta S.A, 1993). P 310.

9 Vargas Llosa, A., Apuleyo Mendoza, P., Alberto Montaner, C. (2007). El regreso del idiota. Buenos Aires: Verlap S.A. p 194.

Vanessa Quinde Montero

El paradigma tripolar por la supremacía del mar del Pacífico Sur

Reportaje:

Santiago, martes 09 de junio de 2009

Después del debate generado entre Chile y Perú por el diferendo marítimo, ahora se incluye un nuevo participante, la República de Bolivia, agudizando el quiebre de la estabilidad de las relaciones entre los dos países vecinos y convirtiendo un problema bipolar en tripolar.

Domingo 31 de mayo. La Tercera de Chile publica en su sección Reportajes (también titular del diario de ese día) una entrevista al presidente boliviano Evo Morales. En ella, Morales reconoce considerar la presentación de la demanda peruana “una agresión” a la aspiración boliviana respecto de su salida al mar (a través de un corredor contiguo a la línea de la Concordia) y pide al próximo gobierno chileno “mantener las relaciones de confianza”.

El triángulo

La actuación boliviana ha significado el surgimiento de una relación especial entre Chile, Perú y Bolivia por la supremacía del Pacífico Sur. La buena disposición que parece reflejar Morales hacia el gobierno chileno (y la mala hacia el peruano) ha ido delineando la estabilidad de un sistema de tres partes que se puede comparar con el Triángulo Estratégico que surgió con el quiebre soviético – chino y al que se sumó Estados Unidos entre los 60 y 70 (con la diferencia que la disputa entre los estos gigantes era la supremacía global).

Esta suerte de rompimientos de amistad histórica con uno y acercamientos con otro quebró el sistema bipolar que existía entre Perú y Chile por el tema del mar -con todas sus controversias, líneas, tratados, referencias del pasado- y lo convirtió en tripolar. En este sistema tripolar, además, Perú se prefigura como la paria que nadie quiere ser, porque Chile y Bolivia han “dado pasos importantes” y porque “por primera vez en la historia de Bolivia tenemos una relación de confianza” -en palabras de Evo Morales-, confianza que él mismo llama “la diplomacia de los pueblos”… aunque el vicepresidente de Chile, Edmundo Pérez Yoma, afirmó desconocer la razón de los “antecedentes” dichos por Morales, en referencia a una información que dijo tener de que el gobierno peruano sabe que la demanda la va a perder.

Según la teoría internacional de este Triángulo, Perú trataría de acercarse a cualquiera de los otros dos actores para dejar de ser esa paria del sistema y aminorar el peligro a su seguridad y fortalecer su demanda. En contraposición a la conveniencia peruana, los vicecancilleres de Chile y Bolivia se reunirán en La Paz entre el 25 y el 26 de junio como parte del mecanismo de consultas políticas cada seis meses, y en cuyo marco se revisa, además de los 13 puntos de la agenda bilateral, el tema marítimo. Respecto a esto, en Bolivia dicen que “llegó la hora de la verdad”.

El gobierno de Alan García hizo expresa una nota de protesta ante La Paz por las declaraciones de su par boliviano, haciendo muy evidente un quiebre en la tradición aliada que siempre han mantenido Perú y Bolivia (se trata del décimo reclamo desde que Evo Morales llegó a la presidencia). Aparte, la tensión bilateral peruano boliviana se ha afectado más con la otorgación de asilo a tres ex ministros de la administración del destituido presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Recientemente, el Ministro de Defensa Legal del Estado boliviano, Héctor Arce, explicó que su país evalúa demandar al Perú ante la Corte Internacional de Justicia si no acepta la petición de la cancillería boliviana de cancelar el asilo a estos ex ministros acusados de genocidio.

La Memoria que presentó Perú el 19 de marzo se basa en el argumento de que los límites marítimos nunca han sido fijados en los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954, mientras en Chile señalan que dichos acuerdos tienen categoría de tratados y que el Perú los reconoció hace 50 años.

Lo propio del sistema internacional es mantenerse en una perenne disputa de los actores por el poder, que es posible por la inexistencia de normas, de un monopolio de la fuerza. Felizmente existe la instancia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, cuya decisión es legítima e inapelable… un recurso de solución justa a las chispas enraizadas en los intereses de los países.

La Opinión
Sobre la intervención de Evo Morales en este asunto, existe unanimidad al considerar que hay una motivación político-ideológica que lleva al presidente boliviano a interferir en un asunto eminentemente bilateral. Sea por sus diferencias ideológicas con el gobierno peruano o por un asunto de política interna (mostrarse como víctima del Perú en el afán de su gobierno de obtener alguna salida al Pacífico), la administración Morales, como se dice coloquialmente, «no tiene vela en este entierro».
El camino escogido -La Haya- es la vía para mantener este diferendo dentro de los cauces del derecho internacional y de la resolución pacífica de los conflictos.
Pedro Tenorio
Periodista Caretas

Después del debate generado entre Chile y Perú por el diferendo marítimo, ahora se incluye un nuevo participante, la República de Bolivia, agudizando el quiebre de la estabilidad de las relaciones entre los dos países vecinos y convirtiendo un problema bipolar en tripolar.

Domingo 31 de mayo. La Tercera de Chile publica en su sección Reportajes (también titular del diario de ese día) una entrevista al presidente boliviano Evo Morales. En ella, Morales reconoce considerar la presentación de la demanda peruana “una agresión” a la aspiración boliviana respecto de su salida al mar (a través de un corredor contiguo a la línea de la Concordia) y pide al próximo gobierno chileno “mantener las relaciones de confianza”.

El triángulo

La actuación boliviana ha significado el surgimiento de una relación especial entre Chile, Perú y Bolivia por la supremacía del Pacífico Sur. La buena disposición que parece reflejar Morales hacia el gobierno chileno (y la mala hacia el peruano) ha ido delineando la estabilidad de un sistema de tres partes que se puede comparar con el Triángulo Estratégico que surgió con el quiebre soviético – chino y al que se sumó Estados Unidos entre los 60 y 70 (con la diferencia que la disputa entre los estos gigantes era la supremacía global).

Esta suerte de rompimientos de amistad histórica con uno y acercamientos con otro quebró el sistema bipolar que existía entre Perú y Chile por el tema del mar -con todas sus controversias, líneas, tratados, referencias del pasado- y lo convirtió en tripolar. En este sistema tripolar, además, Perú se prefigura como la paria que nadie quiere ser, porque Chile y Bolivia han “dado pasos importantes” y porque “por primera vez en la historia de Bolivia tenemos una relación de confianza” -en palabras de Evo Morales-, confianza que él mismo llama “la diplomacia de los pueblos”… aunque el vicepresidente de Chile, Edmundo Pérez Yoma, afirmó desconocer la razón de los “antecedentes” dichos por Morales, en referencia a una información que dijo tener de que el gobierno peruano sabe que la demanda la va a perder.

Según la teoría internacional de este Triángulo, Perú trataría de acercarse a cualquiera de los otros dos actores para dejar de ser esa paria del sistema y aminorar el peligro a su seguridad y fortalecer su demanda. En contraposición a la conveniencia peruana, los vicecancilleres de Chile y Bolivia se reunirán en La Paz entre el 25 y el 26 de junio como parte del mecanismo de consultas políticas cada seis meses, y en cuyo marco se revisa, además de los 13 puntos de la agenda bilateral, el tema marítimo. Respecto a esto, en Bolivia dicen que “llegó la hora de la verdad”.

El gobierno de Alan García hizo expresa una nota de protesta ante La Paz por las declaraciones de su par boliviano, haciendo muy evidente un quiebre en la tradición aliada que siempre han mantenido Perú y Bolivia (se trata del décimo reclamo desde que Evo Morales llegó a la presidencia). Aparte, la tensión bilateral peruano boliviana se ha afectado más con la otorgación de asilo a tres ex ministros de la administración del destituido presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Recientemente, el Ministro de Defensa Legal del Estado boliviano, Héctor Arce, explicó que su país evalúa demandar al Perú ante la Corte Internacional de Justicia si no acepta la petición de la cancillería boliviana de cancelar el asilo a estos ex ministros acusados de genocidio.

La Memoria que presentó Perú el 19 de marzo se basa en el argumento de que los límites marítimos nunca han sido fijados en los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954, mientras en Chile señalan que dichos acuerdos tienen categoría de tratados y que el Perú los reconoció hace 50 años.

Lo propio del sistema internacional es mantenerse en una perenne disputa de los actores por el poder, que es posible por la inexistencia de normas, de un monopolio de la fuerza. Felizmente existe la instancia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, cuya decisión es legítima e inapelable… un recurso de solución justa a las chispas enraizadas en los intereses de los países.

La Opinión
Sobre la intervención de Evo Morales en este asunto, existe unanimidad al considerar que hay una motivación político-ideológica que lleva al presidente boliviano a interferir en un asunto eminentemente bilateral. Sea por sus diferencias ideológicas con el gobierno peruano o por un asunto de política interna (mostrarse como víctima del Perú en el afán de su gobierno de obtener alguna salida al Pacífico), la administración Morales, como se dice coloquialmente, «no tiene vela en este entierro».
El camino escogido -La Haya- es la vía para mantener este diferendo dentro de los cauces del derecho internacional y de la resolución pacífica de los conflictos.
Pedro Tenorio
Periodista Caretas

Vanessa Quinde Montero

El impacto Humala

Análisis:

Santiago, 28 de mayo de 2009

Amo a mi país. El Perú encierra una tradición cultural incaica que dejó al mundo una historia llena de complejidad y color, y la herencia de legados inteligentes encerrados en enigmas. Amo el pasado profundo que recorre cada rincón del territorio, de norte a sur, de este a oeste.

El imperio exitoso que gobernó en los tiempos del Inca (sin incluir la paradoja de su decadencia: una discusión de poder), convierte al Perú en, tal vez, el mejor ejemplo para justificar la versión indígena de que se “habría vivido en una sociedad basada en la propiedad colectiva, sin dominación, que habría sido destruida con la llegada de los españoles y los portugueses”1. Y sucede que a partir de allí, según Carlos Miró Quezada, “el Perú tiene varios pisos, como un edificio que fue construido por civilizaciones diferentes. De allí ha salido lo que somos, y seguramente lo que seremos”2.

Pero, ¿quiénes están dispuestos a renunciar a lo que somos (ese “somos” incluye la mitad española), para regresar a lo que fuimos?, ¿qué expresa este manifiesto ideológico de volver atrás?

La idea retrógrada se fundamenta en un puñado de afectos retenidos muy nacionalistas “que reivindica la hegemonía de lo “cholo” sobre lo blanco”3. Y así se funda el “etnocacerismo”, un movimiento de tintes izquierdistas que representa al lado marginado peruano de piel cobriza que es mayoría (según su modo de pensar), por lo deetno, y que por cacerismo recuerda al ex presidente Andrés Avelino Cáceres del siglo XIX, quien organizó a los campesinos indígenas para evitar la ocupación chilena luego de la Guerra del Pacífico. Lo de la marginación se convierte en el argumento más fuerte del movimiento. La Comisión de la Verdad, instituida en el 2000 para analizar el caso terrorista de Sendero Luminoso, arrojó que “el Perú arrastra desde hace siglos patrones discriminatorios y racistas y dista mucho de ser un país verdaderamente multicultural, donde el acceso al derecho pero también al poder político, económico y cultural no esté limitado por el color de la piel”4.

Además de aspirar a la unificación del Tahuantinsuyo, agregándose Ecuador y Bolivia; de una postura a favor de la siembra y cultivo de la hoja de la coca; de convertir al quechua en el idioma oficial del país; de su intención de reemplazar al derecho incaico sobre los derechos universales; además de estos deseos secundados por los sectores pobres del país y el campesinado indígena, que aceptan las reformas utópicas de base rara y el ideal de una nación comprometida con su causa, el etnocacerismo propone modificaciones en el sistema económico (aspira a la autarquía económica); promete cerrar las puertas de la importación extranjera y suspender el pago de la deuda externa; la resurrección de la religión ancestral, “o la mezcolanza judeo-cristiana-inca de los israelitas”; la aniquilación de los corruptos y de los homosexuales. En fin, ideas radicales reproducidas de un típico populismo que caracteriza varios actuales gobiernos de países en América Latina.

“La ideología es lo más importante. Una vez que tengas la convicción ideológica, esto de manejar un arma se aprende en unas horas”5. Estas son las palabras pronunciadas por el fundador del movimiento etnocacerista y hoy residente del penal de Piedras Gordas, el mayor en retiro y empresario periodístico Antauro Humala, quien declara, además, respetar a Cox, Morote, Incháustegui, los cabecillas de Sendero Luminoso, “porque mantienen una moral admirable”.

La piel se me puso de gallina cuando leí lo anterior. Las políticas radicalistas de Antauro Humala se han delineado tanto que no es muy difícil predecir el futuro del Perú bajo su ideología. Lamentablemente, esta realidad existe, y existe gracias la influencia paterna humalista, la semilla de su pensamiento: don Isaac Humala, viejo comunista y creador del Centro de estudios Etnogeopolíticos. A varios de sus hijos convenció desde muy niños que serían presidentes.6

“Ollanta, el salvador del Perú”

Con esta frase, Antauro reconoce “dejarle servida la mesa a su hermano” y lo presenta… ¿Quién es Ollanta Humala Tasso?

Ollanta Humala Tasso es el fundador del Partido Nacionalista del Perú. Es hermano mayor del ya mencionado Antauro Humala, e hijo del mismo padre (a pesar de la obviedad, es preciso que el lector infiera, según lo mencionado antes, bajo qué ideología se presentó Ollanta a la candidatura de la presidencia del Perú).

Ex militante (cabe mencionar que en los 50, el peruano Carlos Miró Quezada consideraba al ejército como nacionalista por herencia, vocación y destino: “El ejército en todas partes es la encarnación armada del nacionalismo”7… Don Isaac necesitaba unos hijos militares para que lleguen al poder, con fe en la violencia… movido por el nacionalismo “en versión castrense”), el teniente coronel Ollanta y su hermano, el mayor Antauro, protagonizaron en el 2000 un golpe contra el debilitado gobierno de Alberto Fujimori, mientras proclamaban sus ideas etnocaceristas. Fueron ambos encarcelados y amnistiados durante el gobierno interino de Valentín Paniagua. Antauro volvería a la cárcel tiempo después y Ollanta iniciaría su campaña, que lo colocaría a un centímetro de la presidencia del Perú.

Ollanta Humala es el referencial simbólico del líder que sigue las vías no institucionales, que no respeta al estado de Derecho, que menosprecia la democracia, que reduce todo a la lucha de clases que debe justificar cualquier tipo de acción8.

Este referencial simbólico de líder de Ollanta se parece al de otros “líderes” en América Latina. Carlos Alberto Montaner escribió en el Prólogo del libro de Andrés Benavente y Julio Cirino “La democracia defraudada”, que en América Latina hay tres grandes bloques. El segundo bloque está conformado por tres países: Perú, Bolivia y Ecuador. En ellos se mezclan el populismo, el regionalismo, el indigenismo y los cultivadores de coca. Pero además afirma algo muy cierto: “la fragilidad y el descrédito del estamento político le pueden abrir la puerta a cualquier aventura radical de izquierda, y en donde ni siquiera es imposible descartar intentos serios de secesión…” y vamos a ver porqué.

Cuestión de popularidad

“Está en 34% a nivel nacional y en el sur es imbatible. No sé qué hacer para derrotarlo. El Perú se está partiendo…”9: García a Mario Vargas Llosa a inicios del año pasado, en referencia a la posición del líder nacionalista Ollanta Humala. En 2008 han pasado ya dos años desde la elección presidencial. García no pasa del 34 por ciento en niveles de popularidad y el presidente regional de Puno, el señor Hernán Fuentes, hace poco propuso que el Perú se convierta en un Estado Federal, y desde hace tiempo amenaza con convertir a Puno en un estado independiente, hipnotizado por el problema de secesión en Bolivia.

Realmente, el sentimiento nacionalista hipnotiza. El sentimiento se aviva cuando es el momento de gritar, de salir a las calles y manifestarse en desorden, tomando actitudes irracionales propias de aquellos que no evolucionaron. “El indigenismo ideológico ha acabado por encauzar la legítima frustración de masas que no han sido aún incorporadas a la modernidad hacia un enfrentamiento con los sectores que representan el verdadero progreso”10. En la primera vuelta, en las elecciones de 2006, Ollanta Humala se convirtió en la principal fuerza política con 31 por ciento de votos. Alcanzó una posición dominante en el sur y centro del país y una cuarta parte del electorado de Lima. En la segunda vuelta, Ollanta Humala perdió con el 44.54% de votos y García ganó con 55.45%11. Cifras parecidas en el orden y en distancia.

García continúa manifestando su preocupación a Vargas Llosa: “Nunca hemos estado mejor que ahora en materia económica, no hay violencia social, el futuro nos sonríe. ¿A qué se debe este rechazo social?”. Efectivamente, cabe preguntarse por qué el Perú se sectoriza tanto, y se confunde tanto. Las encuestas afirman hoy que si las elecciones presidenciales fuesen mañana, Keiko Fujimori sería presidente (¿tal vez por el reciente juicio a su padre?). Pero, para prefiguración de aquellos que no dimensionan el peligro de unas próximas elecciones presidenciales ajustadas entre Fujimori y Humala, hace unos días Mario Vargas Llosa los comparó con el sida y el cáncer terminal. O sea, lo peor de lo peor.

Y, para citar nuevamente a este analista peruano político de los 50, Carlos Miró Quezada tal vez tenga la respuesta a este destino, aunque sus ideas son de esos años: “En el Perú es fácil caer en confusión y precipitarse en el error. Varias veces se ha equivocado el Perú en el transcurso de los últimos años. Las consecuencias de los errores colectivos los estamos palpando todos los días, en este caminar desfalleciente de un país de destino trunco, siempre sujeto al azar, donde nada es duradero ni estable, y donde la improvisación y la maña han tomado indeseable carta de ciudadanía”.12

Los campesinos eligen a Ollanta no por ignorancia política. Tienen razones que se fundan en ese deseo de convertir nuevamente al Perú en lo que un día fue, pero con básicas diferencias. Aspiraciones de retroceder en una época en la que el despegue de la tecnología hará imposible esta pretensión, porque quieran o no, la tecnología ya abrió las puertas hacia el mundo, hacia la deliberación, y convergencia, y las dictaduras radicales ya no van.

Y como bien dijo Juan Carlos Tafur, estas razones, fundadas en una memoria diferente y en una esperanza lejana, no representa García. Si no enmienda esto, las puertas del Palacio de Gobierno se le abrirían a Humala, quien será, sin duda, “el Atila de la incipiente modernidad que hemos conquistado estos años”13.

Analizando todo ello, y parafraseando al psicoanalista Moisés Lemlij, la conclusión es que lo peor de Alan García es mejor que lo mejor de los Humala, y que, a pesar de todo, el APRA y sus acompañantes ofrecen menos angustias que los nacionalistas y sus adjuntos.

Amo a mi país, sí, tanto como lo aman todos estos señores mencionados en este artículo (García, Fujimori, los Humala, los autores peruanos de los libros citados). Pero no por amarlo condeno al etnocacerismo exacerbado de Ollanta Humala, sino porque creo que el principal problema de su postura, por más mesiánica que sea y aún tenga las mejores intenciones (aunque quiera actuar idiotamente), es la radicalización. Ningún extremo es positivo, y la política es el arte de la negociación. Negándose a ella hará de todo, menos política.

1. Rocha, V. (2008). La fascinación del populismo. Río de Janeiro: Topbooks Editora. p 33.

2. Miró Quezada, C. (1959). Radiografía de la Política Peruana. Lima: Ediciones Páginas Peruanas. En Prólogo.

3. Benavente Urbina, A., Alberto Cirino, J. (2005). La democracia defraudada. Buenos Aires: Grito Sagrado Editorial. p 249.

4. Willer, H. (2003). ¿Indigenismo o fascismo andino? Buscando un Humala. Visitado el 21 de mayo de 2009, de http://www.idl.org.pe/idlrev/revistas/158/158humala.pdf

5. Willer, H. (2006). Etnocaceristas entre Ollanta y Antauro. Visitado el 21 de mayo de 2009, de http://www.idl.org.pe/idlrev/revistas/177/18-21.pdf

6. Vargas Llosa, A., Apuleyo Mendoza, P., Alberto Montaner, C. (2007). El regreso del idiota. Buenos Aires: Verlap S.A. p 191.

7. Miró Quezada, C. (1959). Radiografía de la Política Peruana. Lima: Ediciones Páginas Peruanas. p 122.

8. Rocha, V. (2008). La fascinación del populismo. Río de Janeiro: Topbooks Editora. p 33.

9. Tafur, J.C. (2008). ¿Primero Fujimori y ahora Humana? Visitado el 21 de mayo de 2009, dehttp://www.idl.org.pe/idlrev/revistas/185/revista185%20pdf/politica%2015-16.pdf

10. Vargas Llosa, A., Apuleyo Mendoza, P., Alberto Montaner, C. (2007). El regreso del idiota. Buenos Aires: Verlap S.A. p 194.

11. Revista El Economista. Visitado el 21 de mayo de 2009, de http://www.elcato.org/pdf_files/ivasquez-eleconomista.pdf

12. Miró Quezada, C. (1959). Radiografía de la Política Peruana. Lima: Ediciones Páginas Peruanas. en prólogo.

13. Tafur, J.C. (2008). ¿Primero Fujimori y ahora Humana? Visitado el 21 de mayo de 2009, de http://www.idl.org.pe/idlrev/revistas/185/revista185%20pdf/politica%2015-16.pdf

Vanessa Quinde Montero